martes, 13 de febrero de 2018

Influencias culturales sobre el desarrollo motor



La teoría de los sistemas dinámicos también hace énfasis sobre el contexto en que sucede el desarrollo. Así, aunque el desarrollo motor sigue una secuencia casi universal, su ritmo corresponde a ciertos factores culturales. Cuando los niños están bien alimentados y cuidados, y cuentan con la libertad física y la oportunidad para explorar sus alrededores, es probable que su desarrollo motor sea normal. No obstante, lo que es normal dentro de una cultura puede no serlo dentro de otra.
Resultado de imagen para Influencias culturales sobre el desarrollo motor

Los bebés africanos tienden a ser más adelantados que los bebés estadounidenses y europeos en sentarse, caminar y correr. Por ejemplo, en Uganda, los bebés caminan a los 10 meses, en comparación con 12 meses en Estados Unidos y 15 meses en Francia (Gardiner y Komitzki, 2005). Los bebés asiáticos tienden a desarrollar estas habilidades de manera aún más lenta. Es posible que estas diferencias se relacionen, en parte, con diferencias étnicas en el temperamento (H. Kaplan y Dove, 1987; véase capítulo 8) o que reflejen las prácticas de crianza infantil de una cultura (Gardiner y Komitzki, 2005).



Resultado de imagen para Influencias culturales sobre el desarrollo motor

Algunas culturas alientan en forma activa el desarrollo temprano de las habilidades motoras. En muchas culturas africanas e indianas (de las Indias Occidentales) con un desarrollo motor infantil avanzado, los adultos utilizan ciertas rutinas de manejo, como ejercicios de brincos y pasos, para el fortalecimiento de los músculos del bebé (Hopkins y Westra, 1988).

 En un estudio, lactantes jamaiquinos cuyas madres utilizaron este tipo de rutina de manejo a diario, se sentaban, gateaban y caminaban antes que los lactantes ingleses cuyas madres no utilizaron este tipo de rutina (Hopkins y Westra, 1990). Existen otras culturas que desalientan el desarrollo motor temprano. Los niños de los Ache en el este de Paraguay no empiezan a caminar sino hasta los 18 a 20 meses de edad (H. Kaplan y Dove, 1987). Las madres Ache colocan a los bebés sobre sus regazos en el momento en que empiezan a gatear lejos de ellas. Las madres Ache supervisan cuidadosamente a sus bebés para protegerlos de los peligros de la vida nómada y también debido a que la responsabilidad primordial de la mujer es criar a los niños más que trabajar para subsistir. Sin embargo, para los ocho a 10 años, los niños Ache trepan árboles altos, cortan ramas con hachas y juegan de diversas formas que enriquecen sus habilidades motoras (H. Kaplan y Dove, 1987). Así, el desarrollo normal no tiene que seguir el mismo cronograma para alcanzar el mismo destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario